«Reto a todos los políticos de Noruega a jugar conmigo un heads up freroll por un premio de un millón de coronas (170.000$) puesto de mi propio bolsillo si alguno es capaz de superarme después de jugar 10.000 manos. Ofrezco este reto para demostrar que el poker no es un juego de azar (tal y como dice la ley noruega). Es un juego basado en las habilidades, tal y como ocurre en el ajedrez o el bridge».
Así anunciaba Ola Amundsgard «Odd-Oddsen» su desafío a los reguladores noruegos. El pro de high stakes quería demostrar que el poker es un juego de habilidad y vaya si lo ha demostrado. El único valiente que aceptó el reto fue Eriend Wiborg, del Partido del Progreso, quien, dicho sea de paso, también cree que el poker es un juego de habilidad y que la regulación tiene que tratarlo como tal.
Ambos contendientes se enfrentaron este sábado bajo las siguientes condiciones:
- Se jugarían un total de 10.000 manos.
- La modalidad sería Pot Limit Omaha.
- Ambos jugadores comenzarían con 100 buy ins de 100 bb y jugarían en mesas de 0,50$/1$ con un mínimo de 100 bb.
- Cuando el menor stack de una mesa fuese de 300 bb, se cerraría y se abriría una nueva mesa.
- Debería haber al menos 2 mesas abiertas al mismo tiempo.
- El jugador que tuviese más puntos una vez disputadas las 10.000 manos ganaría el desafío. Si un jugador abandonase, perdería.
- Si un jugador perdiese 100 buy ins antes de la mano 10.000, perdería también el duelo.
- Las condiciones podrían revisarse en caso de enfermedad.
- El desafío se disputaría en PokerStars.com.
- Ambos jugadores tendrían que disponer de un mínimo de 120 horas entre el 7 de diciembre y el 7 de mayo del año que viene.
- Ambos jugadores tendrían que disponer de un mínimo de 20 horas al mes durante el desafío.
- Frode Fagerli, Sigurd Eskeland y Andreas Torbergsen ejercerían de árbitros ante cualquier polémica.
La primera sesión fue más que decisiva, fue definitiva. «Odd_Oddsen» cerró su stack en 12.666 puntos, por los 7.334 puntos de Wiborg. Ante semejante panorama, el abrumado político anunció su renuncia a continuar el desafío.
«Después de jugar mil manos estaba impresionado. Sabía que iba a perder, pero no de esta manera. Me di cuenta de toda la concentración que requiere este juego, así como de la preparación que hace falta a nivel matemático. Aquellos que crean que el poker es un juego de azar deberían participar en este desafío».
Convencer a Wiborg no era difícil, pero todo suma a la hora de conseguir una regulación coherente con lo que es en realidad el poker.
«Hay dos tipos de poker: uno es el de los profesionales como Ola Amundsgard y el otro es un poker deportivo y tiene otras implicaciones sociales. Simplemente, los amigos se reúnen para jugar a las cartas y divertirse, tal vez el sábado por la noche. Por esta razón, es importante aplicar unas normas y regular el juego».
No hubo sorpresas en este heads up. ¿Nos sorprenderán los políticos noruegos con una regulación decente?