Ayer, después de ganar el Sunday Million 15th. Anniversary, Vanessa Kade agarró una botella, se puso delante de la cámara web y abrió una retransmisión en Twitch.
Estuvo nueve horas charlando con todo el que se quiso pasar por el chat para mostrarle su apoyo, darle cariño, o preguntarle cualquier cosa, como qué tal se siente al ser la mujer que más dinero ha ganado en un solo torneo online «No estoy segura de que eso sea del todo cierto…¿ lo es?», es lo único que atinó a responder.
Fue una catarsis para poner fin a un periodo extremadamente convulso en la vida de esta semidesconocida jugadora canadiense que, no demasiado a su pesar, saltó a la fama a finales del año pasado por un episodio nada edificante que le enfrentó a Dan Bilzerian y a GGPoker, la sala de la que era afiliada.
Bilzerian, que tiene un largo historial de acusaciones de misoginia y machismo, es el último fichaje del operador asiático. Kade, ni corta ni perezosa, hizo saber en público que no aprobaba que se le diera validez a la idea de que un «elemento vulgar y sexista con seguidores tóxicos» fuera un digno representante de nuestro deporte.
El anuncio de la entrada de Bilzerian en el equipo también atrajo la típica sarta de comentarios por los que sus seguidores son señalados y repudiados en otros foros. Cosas del estilo «¿También se trae a las chicas?«. El community manager de GGPoker decidió seguirles las bromas
Kade, que de pronto se vio obligada a promocionar un perfil por el que siente un profundo rechazo y a ver como los responsables de la cuenta de Twitter de su mecenas alentaban comportamientos que ella no considera una imagen adecuada para el poker, trasladó de nuevo su malestar a las redes sociales. El primer acto de Bilzerian como embajador de GGPoker fue mandarla callar, insultarla, con falta de ortografía incluida, y proclamar una frase que ahora le perseguirá durante años: «Nadie sabe quién eres».
Quiet hoe, nobody knows who you are
— Dan Bilzerian (@DanBilzerian) December 4, 2020
La polémica interna, que se siguió cociendo durante meses, finalmente provocó una reacción en el equipo de GGPoker. Tomaron parte por uno de los bandos. El contrato de afiliación de Vanessa Kade fue rescindido.
Fueron meses duros y complicados, siendo centro de atención de una polémica que exacerba comportamientos muy desagradables amparados por el anonimato virtual.
America’s Card Room quiso poner un acento en la aparente derrota de Kade, y decidió concretar las negociaciones para contratarla como embajadora y anunciar su fichaje pocos días después. Kade dijo que eran resultado de un año de conversaciones, pero la sala decidió incluir en la biografía una referencia a que su nueva team pro «no teme exigir responsabilidades por la clase de misoginia y abusos que socavan el espíritu de nuestro juego«.
El juez definitivo, que en los círculos pokerísticos no es el tiempo, ni la providencia, ni siquiera los hados, sino el karma, habló ayer con voz atronadora. A ver quién le dice a Vanessa ahora que no la conoce nadie.
Un colaborador involuntario para la épica del momento fue el búlgaro «PanchoVetin«, que fue directamente responsable de impedir un pacto en la mesa final. También es cierto que, antes de que nadie le preguntara, el abrumador dominio en fichas del polaco «Talibenes» había colaborado a desterrar la posibilidad de un acuerdo.
«Talibenes» fue el verdugo del chipleader inicial de la mesa final, el holandés «ikkedus«. Cuando recogió las últimas fichas del infortunado séptimo clasificado, su stack era de 882M, y el de su más inmediato perseguidor era de 172M.
El polaco estaba abusando de stack, en una de las situaciones con más amparo del ICM que se puedan recordar por los premios en juego y las diferencias en stack, pero se le fue la mano contra la peor rival, Kade, que se había puesto segunda en fichas. Vanessa abrió 
en UTG a 2bb, y el chipleader la puso all-in por casi 35bb con 
. El timing fue horrible, en medio de los primeros flirteos en el chat para un posible pacto.
«PanchoVetin» nunca respondió al chat. Sordo, ciego y mudo, pero no manco. En el chat de la retransmisión en directo de Pokerstars les chivaron a Willo, Catof y Dauchvid que este jugador era un reg de los HU de 1k/2k de la sala, y fue quien de sobrevivir a tres eliminaciones más. Hasta se llegó a poner chipleader de la mesa a tres. Cuando por fin dobló la rodilla, ningún posible reparto podría evitar que hubiera dos premios millonarios.
Además, las fichas de «PanchoVetin» eran muchas, y se fueron para el stack de Kade en un flip. La canadiense tenía todo el tiempo del mundo para probar suerte antes de tener que renunciar a parte del primer premio, y consiguió ganar el torneo en solo dos manos. Vanessa limpeó ochos para pagar cualquier push, y se llevó el flip sin tener que mejorar la mano. Cayeron todas las figuras de la baraja menos el rey que le hubiera dado la mano al polaco.
